El santuario de la virgen María lucia pletórico e imponente con el techo recién acabado, cumpliendo de esta manera con el “sueño Guadalupano” que un día el Pbro . Melchor Rey Trejo Alvarado soñó e impulso y gracias a toda la comunidad vallisoletana es una realidad y hoy alberga a toda la comunidad Guadalupana.
El santuario de la virgen María lucia pletórico e imponente con el techo recién acabado |
Valladolid. Hijo mío ¿no estoy yo aquí que soy tu madre? Dice una pared junto a la imagen de la virgen de Guadalupe en el centro guadalupano, donde desde temprana cientos de feligreses y antorchistas de todas partes del estado hacen su arribo para prender sus veladoras y participar en las tradicionales mañanitas a la Virgen de Guadalupe para festejar este 12 de diciembre su aniversario
Devoción, fervor y amor son algunos adjetivos que pueden calificar la fe que siente la comunidad católica de todas las edades por la virgen morena, una fe que contagia y mas cuando a pesar de los kilómetros recorridos y haber sorteado los peligros de la carretera los antorchistas llegan y por fin pueden decir hemos cumplido no sin antes adorar y venerar con canticos y oraciones a esa imagen estandarte de la comunidad católica.
Poco importa las playeras y suéteres con leyendas de municipios conocidos y otros no tanto que hacen preguntarse ¿donde queda ese lugar? Si lo que los motiva y fortalece es llevar esa antorcha con la cara ahumada y apunto de desfallecer.
En cada rincón, cada esquina de este santuario muchos no aguantaron y se quedaron dormidos, mientras tanto el Pbro . Melchor Rey Trejo Alvarado oficiaba la misa y gritaba con ese júbilo que lo caracteriza “viva la virgen” viva maría “ante el eco de todos los presentes.
Afuera todo es negocio , postales, imágenes, rosarios , dijes ,estandartes , juguetes , tacos , pelotas incluso electrodomésticos se pueden adquirir , pero en medio de todo ese mercado “ contrasta Rita López una maestra de primaria quien junto a sus amigas regalan arroz con leche y panecitos a los guadalupanos esa quizás sea una forma de vivir el verdadero amor por la imagen.
La noche se hace fría el santuario luce semi vacio ya todos comienzan a retirarse mas el sonido de las sirenas y la luz de las torretas no ceden , ante todo ese tumulto el párroco Melchor ya sin los ornamentos puestos se da el tiempo para bendecir rosarios, dijes e imágenes.
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