Tengo dos hijos pequeños, seguramente le irán a cruz azul, aunque mi esposa no quiere ya que dice que también sufrirían como yo dice entre risas.
Emanuel Carvajal Rico un fanatico del Cruz azul , aunque el equipo no siempre gana. |
Calle 39° 224-e entre 56 y 58 Colonia Bacalar Valladolid Yuc. |
Valladolid Yucatán 13 de mayo de 2017. En el barrio de Santa
hay una veterinaria que se llama los “potrillos” que es atendido por Emanuel
Carvajal Rico un joven que convive todos los días entre pollitos, perros
,conejos entre otros animales , pero desde hace casi 20 años que no se siente
del todo contento el motivo es simple su Cruz azul y es que el amor que profesa por este equipo de fútbol le ha generado muchos sentimientos entre alegrías, enojos
, impotencia así como también aguantar toda clase de burlas por la situación de
la máquina.
Mientras Emanuel vacuna a “Goliat” un perrito de la raza
pitbull , se da tiempo para platicar largo y tendido sobre su afición a su
equipo y recuerda a detalle como si fuera ayer aquella final y último título
del añejo año 97 cuando le ganaron al león.
“Ese día llore por el título, recuerdo muy bien esa final
esa patada de Comizzo (portero) a Carlos Hermosillo para que anotara el gol del
campeonato, pero desde eso, solamente decepciones y fracasos, aunque nunca
pierdo la esperanza en cada torneo”.
Sabes por qué le voy a este equipo, recuerdo muy bien un
partido contra el américa hace ya varios años ,esa vez perdieron, desde eso me hice fanático de mi azul.
¿y cómo vives la actualidad en un mundo lleno de bullying?
Se rasca un poco la cabeza, sonríe y dice, la neta esta fuerte
mis amigos siempre me estas golpeando y burlando sobre todo porque ni a liguilla
entra el equipo y es ahí donde me atacan.
Hace una pausa y comenta tras la pregunta de ¿un mensaje a
la fanaticada del Cruz Azul? No hay que perder la esperanza , hay que seguir
apoyando aunque , si duele cada derrota o eliminatoria.
Emanuel denota que disfruta su trabajo, atiende a una
cliente con esmero y dedicación termina una consulta y sigue platicando, sonríe,
aunque la nostalgia se nota cuando recuerda que son casi 20 años de fracasos de
su amado equipo.
Tengo dos hijos pequeños, seguramente le irán a cruz azul,
aunque mi esposa no quiere ya que dice que también sufrirían como yo dice entre
risas.
Termina la charla un saludo es la despedida, pero ahí está
el amigo que un día tuvo un amor llamado Cruz Azul y que aún recuerda esa épica
final de la copa libertadores, cuando todo México se pintó de azul.
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